La Resiliencia y el Enfoque del Atlético Bucaramanga: Una Lección para Todos

junio 18, 2024

El pasado 15 de junio fue un día inolvidable para muchos bumangueses. Después de 75 años desde su fundación, el Atlético Bucaramanga se coronó campeón del fútbol colombiano. Este logro es más que una victoria deportiva; es un ejemplo de cómo, cuando un equipo se enfoca en una meta y pone toda su energía en ella, puede lograr grandes cosas.

Mis primeros recuerdos como hincha de este equipo son de alrededor de 1984, cuando mi abuelo, Enrique Paillie, uno de los 80 fundadores del equipo junto con su hermano y su papá, me inculcó esta pasión. Por estas y otras razones, terminé siendo hincha de un equipo que no siempre nos daba grandes alegrías, pero sí nos llenaba de esperanza. Nadie es más resiliente que un hincha del Atlético Bucaramanga.

Recuerdo algunos jugadores que pasaron por el club durante estos años, como mi primer profesor de fútbol Hermán 'El Cuca' Aceros, Luis Landaburu, uno de sus mejores arqueros, y Alfredo 'El Pirata' Ferrer. Años después, conocí leyendas que jamás vi jugar, como Roberto Janiot y Américo Montanini. Acompañé al equipo todos los años mientras viví en mi ciudad y, al mudarme a Bogotá para estudiar, lo seguía cada vez que visitaba la ciudad.

No voy a hacer un recuento de memorias, pero quiero resaltar algo que vi el pasado sábado en el estadio El Campín. Este día tuve la oportunidad de acompañar al equipo en su segunda final de la historia. Esta vez llegábamos más fuertes que en 1997, cuando lo acompañamos ante el América de Cali. Llegamos al estadio desde las 6:00 p.m. Un día muy lluvioso y todo absolutamente inundado. El estadio estaba a reventar de hinchas del equipo contrario, los leones del Santa Fe. Comienza el partido y a tan solo 9 minutos comenzamos perdiendo. ¡Gol de Santa Fe!

Es aquí donde vi algo que me indicó que estábamos en el equipo ganador. La presión era gigantesca: 30,000 personas gritando en tu contra, una cancha inundada donde el balón rodaba en algunas partes y en otras no. Cada 2 minutos, un jugador se resbalaba y caía. Y así, el técnico y líder del equipo, Rafael Dudamel, nos recordó que todo está en la mente. Vi a los jugadores unirse en un gesto de enfoque y determinación, llevándose los dedos a las sienes siguiendo el ejemplo del técnico. Me impresionó ver cómo un técnico y 11 jugadores en la cancha hacían el mismo gesto para mantener el enfoque. Esta energía colectiva nos llevó al empate y, finalmente, a la victoria.

Esta historia me hace pensar en nuestra red RE/MAX. Al igual que el Bucaramanga, cuando nos enfocamos en nuestra meta de revolucionar la industria inmobiliaria en Colombia y ponemos toda nuestra energía en ello, sé que alcanzaremos el éxito.

Invito a todos los apasionados por el sector inmobiliario a unirnos en esta misión y trabajar juntos para lograr nuestras metas. ¡Vamos por ese 10% del mercado inmobiliario en Colombia!

Gracias por acompañarme en esta historia. ¡Hasta la próxima!

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