Es una peculiaridad de las relaciones humanas que es virtualmente imposible que un individuo tenga una influencia positiva duradera sobre los miembros de un grupo de pensadores negativos. Por lo general, funciona al revés. No puedes mantener una actitud positiva y productiva si pasas todo tu tiempo con personas negativas. Aquellos que han arruinado sus propias vidas (y generalmente culpan de su desgracia a los demás) no son el tipo de personas que te ayudarán a lograr el éxito en tu propia vida. Elije a tus amigos y asociados con cuidado y evita las quejas sobre tu trabajo, tu empresa o cualquier persona. Pasa tu tiempo con personas positivas y ambiciosas que tienen un plan para sus vidas. Descubrirás que su optimismo es contagioso.