Es difícil recordar en el calor de un desacuerdo que se necesitan dos para pelear. Puede ser útil recordar que nadie puede estar en desacuerdo contigo mientras tu estás de acuerdo con ellos. Esto no sugiere que debas comprometer tus principios. Sin embargo, es posible permanecer fiel a tus creencias mientras buscas al mismo tiempo un terreno común que te permita trabajar productivamente con otras personas que al principio pueden estar en desacuerdo contigo. Cuando otros estén molestos contigo o con una situación que te involucre, hazles saber que entiendes cómo se sienten. Examina el problema desde su punto de vista. ¿Cuál es la fuente del conflicto? ¿Cómo podría resolverse de una manera que satisfaga los intereses de todos los involucrados? ¿Cómo has contribuido al problema? Cuando intentas encontrar soluciones en lugar de intentar echarle la culpa, otros casi siempre responderán amablemente.