Intentar obtener sin dar primero es tan infructuoso como intentar cosechar sin haber sembrado.
agosto 07, 2019
La Biblia dice que cosechamos lo que sembramos. El suelo más fértil del mundo es árido a menos que las semillas se hayan plantado, cultivado y alimentado adecuadamente. La relación entre dar y recibir es constante en todo lo que haces. Para tener éxito en cualquier esfuerzo, primero debes invertir una porción generosa de tu tiempo y talento si esperas obtener un retorno de tu inversión. Tienes que dar antes de obtener. Todo es cuestión de actitud. Ocasionalmente puedes decepcionarte si no se te recompensa por tus esfuerzos, pero si exiges el pago de tus servicios antes de prestarlos, puedes esperar toda una vida de decepción y frustración. Si haces tu mejor esfuerzo antes de pedir una compensación, puedes esperar una cosecha abundante de las mejores recompensas que la vida tiene para ofrecer.
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