A menos que seas un oficial del ejército, puedes obtener mejores resultados pidiendo las cosas que dando órdenes.
marzo 29, 2018
Los ejércitos pasan horas interminables entrenando a las personas a seguir órdenes sin cuestionar. Es una cualidad esencial en un soldado. En la vida cotidiana, sin embargo, las cosas no funcionan de esa manera. Los líderes empresariales, políticos y cívicos han aprendido que las personas comunes realizarán tareas excepcionales cuando se les pida -no se les ordene- que lo hagan. Incluso cuando manejas a otras personas, obtendrás mucho más si conviertes cada orden en una solicitud. Las frases introductorias como "¿Te importaría ...?" O "¿Puedo pedir tu ayuda en ...?" O la siempre eficaz "Por favor ..." garantizarán el éxito mucho más a menudo que intimidar a quienes trabajan para ti. Y cuando necesites ayuda de aquellos cuyos cheques de pago no controlas, los encontrarás mucho más receptivos a las peticiones que a las ordenes.
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