Los portales inmobiliarios como metrocuadrado.com y fincaraiz.com.co han llamado mucho la atención en los años recientes para quienes nos encontramos en el sector inmobiliario. Esa atención es más que merecida pues estos sitios web hacen un excelente trabajo al ayudar a los agentes a promover sus captaciones y a los consumidores a encontrar inmuebles.

 
De cierta forma hacen electrónicamente lo que las secciones de clasificados de vivienda de los periódicos solían hacer: promover captaciones y generar prospectos para los agentes.

Lo que no hacen, sin embargo, es proveer el servicio profesional que se requiere al comprar o vender un inmueble. Los portales no pueden remplazar a los agentes inmobiliarios, porque a pesar que la gente busca inmuebles por internet, no los compran allí. No es algo como comprar un libro en amazon.com y nunca lo será. La venta de un inmueble es compleja y el público requiere de un profesional - un humano - que lo guíe en el proceso. El mercado cambiante refuerza esta necesidad de asistencia profesional, pues para la mayoría de personas gran parte de su patrimonio está en juego.

No tiene valor alguno cuestionarse si los portales operan el mismo segmento de mercado/industria que las marcas inmobiliarias. Simplemente no. Los portales están en el negocio del mercadeo, con un exitoso modelo que provee acceso gratuito al consumidor y que se soporta en las captaciones, cooperación y dinero invertido por los agentes y las empresas inmobiliarias. Si los portales intentaran ingresar al negocio del corretaje inmobiliario, destruirían su modelo al transformar la consciencia de sus anunciantes quienes verdaderamente generan su utilidad.

Así como los portales de viajes promueven, brindan soporte y coexisten con marcas de hoteles y aerolíneas, entidades como metrocuadrado.com y fincarais.com.co son grandes contribuidores al ecosistema del negocio inmobiliario. Le agregan una tremenda eficiencia al proceso, y su tecnología merece toda la atención de agentes y consumidores por igual.

Dicho esto, los portales están limitados en términos de impacto emocional en los consumidores. Un verdadero agente inmobiliario, sin embargo, se convierte en un verdadero consejero e incluso amigo. Multiplica ese efecto por cientos de miles de veces cada año y entenderás por que las personas piensan en los agentes inmobiliarios y sus marcas, más que en las páginas de internet utilizadas en el proceso.

En su corazón, el negocio de los bienes raíces continua siendo un negocio construido sobre relaciones personales. Los portales son una fuente fantástica, pero al final una persona de carne y hueso - Alguien a quien conoces y en quien confías - te ayudará a cumplir tus metas. El nombre de esa persona, la marca a la cual representa, es algo que recuerdas mucho tiempo después de realizar tu negocio.

*Tomado de entrevista a Dave Liniger • Co-fundador & presidente de la junta de RE/MAX LLC.
** Adaptado para Colombia por Francisco Paillie • Director Regional de RE/MAX Colombia.