El 20 de Noviembre de 2011, escribí el articulo: ¿Burbuja Inmobiliaria en Colombia?. En este opinaba que no había burbuja inmobiliaria como tal pues la demanda de inmuebles continua. Lo cierto es que es Colombia hay un deficit de vivienda que supera los 2 millones de hogares y sea como sea estas familias necesitan un lugar para vivir.

Todas las semanas leo un articulo de expertos opinando sobre la burbuja inmobiliaria y hay ciertos fundamentos que son claros: El crédito hipotecario a pesar de crecer tienen un buen comportamiento, lo que no indica una burbuja a punto de estallar. El gobierno cada vez brinda más beneficios a los ciudadanos para comprar vivienda. Auxilio a las tasas de creditos hipotecarios donde ya encontramos tasas del 7% anual, permiten que la demanda mantenga su ritmo, otro factor que indica que no hay burbuja. Indicadores como el PIB per capita en crecimiento y la tasa de desempleo bajando, son igualmente buen síntoma y no indican posibilidad de burbuja.

En mi concepto hay un análisis que debemos hacer y un fenómeno al cual propongo llamarle: "la desproporción inmobiliaria". Un hogar en Bogotá, Bucaramanga, Nueva York o Beijing, debería en teoría invertir aproximadamente el 30% de sus ingresos al rubro de la vivienda. Por poner un ejemplo en Bogotá, el ingreso promedio de una familia según el DANE (Departamento administrativo nacional de estadística - Boletín de prensa del 10 de Julio de 2013) es de: $3'428,412 lo que quiere decir que la familia promedio en Bogotá tiene para invertir en vivienda mensualmente: $1'028,523. Este monto equivale a una cuota de un crédito de $100 millones aproximadamente que digamos equivale al 70% del valor del inmueble, por tanto estamos hablando de un inmueble de $140'000,000 y 3 habitaciones.

Al hacer este simple analisis vemos que en Bogotá, por continuar con el ejemplo, existe una amplia oferta de inmuebles que cumplen esas características. Ahora si el comprador quiere vivir en uno de los reconocidos barrios del Nor-oriente de la ciudad, seguramente deberá contar con otro tipo de ingresos. Lo cierto es que por el momento no hay burbuja inmobiliaria, ni tampoco existen indices de que se aproxime una. Lo cierto es que la realidad inmobiliaria refleja la realidad de un país con una exagerada diferencia social y es también esta diferencia social la que convierte el desarrollo inmobiliario en una monarquía del siglo XXI, donde los castillos y su comarca se concentran y generan precios exorbitantes como apartamentos que superan los $15'000,000 el metro cuadrado.